Este viaje me permitió conocer las principales joyas del sudeste asiático ubicadas en Vietnan, Camboya, Tailandia, Malasia (insular) y Singapur. No me pìdáis que os diga que me gustó más, aunque me dejó la boca abierta Camboya por su riqueza natural y cultural y el Norte de Tailandia en su frontera con Myanmar (antigua Birmania), por no hablar de Vietnam y el contraste existente entre norte y sur. Por cierto, cómo me acuerdo del Poh (sopa vietnamita), especialmente el de Saigón, a la altura, en mi opinión, de la sopa ramen japonesa.
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De lo más bonito que he visto nunca: el conjunto de Angkor Wat en Camboya. |
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En Vietnam se encuentra la Bahía de Halong, con sus exóticas formaciones kársticas, que tanto me recordaron a la travesía que un año antes realizar por el precioso rio Li (China). |
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Tailandia y sus islas son el paraíso en la Tierra, y entre ellas, Ko Phi Phi deja sin aliento, |
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En la frontera de Tailandia con Birmania, se halla la ciudad de Mae Hon Song. Una preciosidad. |
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En Malasia insular, las torres petronas son el símbolo de la capital, Kuala Lumpur. |
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Dos símbolos de Singapur: el Merlion, en primer plano, y el Hotel Marina Bay al fondo. |